No existe tal cosa, una vez yo
les seguí el rastro, las busqué y las busqué, hice su recorrido y viaje hasta
los confines del mundo.
No hay temporada de mariposas, no
se mueven por el tiempo, ni por la temperatura, ellas viajan atraídas por algo
distinto, igual que las sendas de los ríos y manantiales que van hacia el mar,
la mariposa va hacía el hombre.
Son animales instintivos y como
tales buscan como prioridad la supervivencia, dicen que vienen de orugas y
hacen capullos para al final volar como mariposas, regresando a su origen que
es el hombre.
Todo nace como una intensión, una
pequeña oruguita que se arrastra tratando de alimentarse de hojas y viendo
donde pudiera colgarse, de igual manera va el hombre buscando alguien a quien
amar, lo que es para la oruguita el alimento para desarrollarse y crecer es un
alimento emocional para el hombre para desarrollarse y crecer.
Encuentra la oruga un tallo
resistente, buenos cimientos algo en lo que aspiró a colgarse y hacer su
pequeño capullo, una base donde pudiera desarrollarse y crecer. Busca el hombre
una persona con buenos cimientos, aspiraciones similares, sueños, deseos y
pasiones, ese es el verdadero material de los capullos, no la seda.
Pasa por los tiempos difíciles de
la incertidumbre y el miedo, pasa por la tempestad y por el sol, ante los
depredadores y los envidiosos que le quieren derribar, no todos llegan a ser
mariposa, no todas las relaciones potenciales se materializan, algunas mueren
incluso antes del beso, ¿Qué tan bien buscó la planta la oruguita? ¿Qué tanto
comió? y ¿Qué tan bien se arraigo en la planta?, serán los factores
determinantes para obtener una mariposa.
Al final, batiendo sus hermosas
alas alza vuelo una mariposa, revoloteando por los cielos, planeando en el
viento y justo en ese momento llega el primer beso, lo logró el hombre encontró
a quien amar, encontró la entrega que buscaba, con cariño desinteresado de lo
accesorio, solo con la primicia de poder amar, gozando tal sensación, ¿De qué
sirve vivir si no se ama?, uno se vuelve inútil cuando pierde la característica
distintiva por excelencia del ser humano.
No existen las temporadas de
mariposa, no hay un momento particular, ni un período en específico cuando
comienzan a existir. Ellas alzan el vuelo y regresan a su origen. El amor, la
mariposa es la representación del amor, más que los sentimientos que derivan
del mismo, el amor crea pequeños
seres volátiles.
En realidad no existe temporada
de mariposas, al terminar el proceso de desarrollo, al igual que el amor se
manifiestan. No existe temporada de mariposas, ellas llegan cuando se meten en
el estómago de las personas, por eso se les ve así, por eso vuelan tan
graciosamente, cuando se dice que emigran a otra localidad, en realidad acaban
de salir del capullo y una
relación se acaba de realizar, por ello vuelan a su origen, a su centro, a su
punto de partida y motivo de existir, a estómago de las personas. Cuando estés
enamorado y sientas mariposas en el estómago, tómate una radiografía y verás
que no miento, que lo acabo de hacer.
Azuré
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