lunes, 25 de febrero de 2013

Chocolate Caliente


Un sutil vapor brotaba de su enervante bebida
En mi corazón seguía desangrando su herida
Ojos pardos, ¿por qué me has abandonado?
Que no te das cuenta que todo se ha olvidado.

Te llevaste contigo los ángeles y las hadas 
Ya nada me resguarda en mis aventuras
Divago como un loco en las avenidas
Con un corazón que tiene grandes aberturas.

No va a regresar, me cuenta mi sombra
Pues a pesar de querer salvarte logré
Que todo sucediera en mi contra
Me busqué pero fracasé, no me encontré.

Bebe un poco más de eso querida
Quizá así logres sanar la herida
Que el chocolate embriague tu placer
Que atarante tus nervios hasta el amanecer.

Era sábado y ya tenía por costumbre recordar
De lo lindo que era viajar en tus hombros
Y así respirar de tu cuello y poder entrar
Donde se crean todos tus sueños.

Nunca necesité de una droga ni del alcohol
 Siempre me basto para embriagarme
De tu exhalación, anda drógame
Dame más, aliéname con ese aroma
Dulce formol.

¿Qué tal está el chocolate?, bébelo que se enfría
No temas por lo que puede hacer tu tacto
Sigue jugando con tu vaso otro rato
Quizá jugando con él cedas y sonrías.

No soy ningún mártir, pero tampoco un maldito
A ratos sé bien que yo te irrito
Pero lo único que busco es tu consuelo, lo necesito
Que esas lágrimas de dolor se transformen en amor.

Al final de mi travesía nada me quedó
Solo conservo el amargo sabor
Del chocolate caliente.


Azuré

jueves, 7 de febrero de 2013

Clavos


El logro más importante que se puede presumir es sin lugar a dudas el decir que te conoces a ti mismo, no puedes dar una vida a los demás si no te conoces. Cómo pretendes vivir feliz si no te puedes entregar, se nos ha olvidado que pertenecemos los unos a los otros en éste mundo amargado. No sonreirá el sol y la luna ya no danzará hasta que lo recordemos, hasta que entendamos lo maravilloso que es ese sentimiento que eleva y enamora aquél que por su simple esencia hace enigmático cualquier ambiente aromatizándolo con un olor similar al agua revuelta con jazmín, esa característica única de los humanos.. el sentirse de otro y sentir a los demás de ti. Amar.

Uno sigue su camino, sigue intentando aprender como ser feliz y como poder contagiar la enfermedad más hermosa que jamás ha existido esa que se transmite con sonrisas, esa enfermedad que todos consideran maligna pero en realidad es benigna, la locura.

No hay que huir de la culpa  hay que erradicarla, uno la inventa y se la cree, olvida lo que sucede olvida su pasado ignora su  presente y así cambia su futuro. La culpa que te carcome en tu interior, persiguiéndote en el día y susurrándote en las noches las distintas formas en las que exterminará tu alma hasta dejarla en el puro hectoplasma.

Al final todo se resume en que la vida es una montaña rusa, tienes altas y bajas te elevas y desciendes y esa es la seña más clara de que estás con vida, si te mantienes en una constante estás muerto, pues las emociones son lo que te hace sentir esas alas que te impulsan a querer viajar a la segunda estrella a la derecha hasta el amanecer.

Me recuesto en mi cama y pienso en la eternidad, ¿realmente queremos estar viviendo para siempre? ¿Cuándo llegaremos al final? ¿Será cíclico en lo eterno o eternamente renaceremos en variables? Intriga, en verdad lo ignoro la mayoría del tiempo pues no me agrada sumergirme en el mundo metafísico, me causa mal estar emocional, aunque confieso nada me deshace más que ver tu indecisión y como poco a poco vas dando la vuelta al viejo corazón, como buena directora con tal facilidad cambias el guión, te olvidaste del principio de la irretroactividad consagrado en los derechos humanos y con ellos cambiaste las decisiones y los actos en el pasado, únicamente en teoría pues a corazón destrozado no hay fuerza que lo pueda aliviar.

Quizá el tiempo, quizá la relación entre el ser y el tiempo sea lo único que pueda hilvanar el dolor, no creo que un clavo saque a otro pues incluso en los clavos hay grosores y un clavo que profundizó en un material y dejó fija una hondura, ni un clavo de la misma dimensión pudiera cubrir, por lo que el siguiente clavo sería de menor dimensión o clavaría sobre el mismo haciéndolo más grande, si es que hay.

Mientras tanto, me conservo soñador  y sigo hablando a la gente de las sirenas y de cómo cada uno de nosotros tenemos una sirena personal que en las noches nos arrulla y durante el día nos guía con su canto. Creo que la mía se ahogó pues es enervante ésta soledad.


Azuré