jueves, 28 de junio de 2012

Sirena vuelve al mar

No es el ardor que siento en mis ojos cuando me deslumbras con tu mirada, no es el cansancio en mis piernas al correr por toda la ciudad siguiendo tu aroma. Es el hecho de que me deslumbra algo que no existe y persigo un electrificante aroma que no he percibido.

Todos los días al despertar evito la rutina, te invento de diferentes formas:  tu tacto, tu aliento, tu largo y hermoso cabello multicolor, incluso la perfecta silueta de tu sombra que ronda en todos los pasillo de mi cerebro,  con la que me sorprendes todas las noches cuando se proyecta por la luz de la lámpara en mí buró convirtiéndose en mil formas graciosas diferentes, en las noches al descansar luego de un agotador día de inventarte y no lograr el reflejo de tu silueta en mis ojos.

Ya descifré tu código, es un paso más a encontrar tus labios rojos o azules o rosas, dependerá el humor en el que esté. Sé que me hablas a través de canciones para decirme como te arreglaste ese día y es hermoso ir a dormir cada noche sumergir mi respiración en tu cuello, tus hombros y pensar.. “cómo se verá mañana”.

El alhajero sobre mi escritorio,  que no contiene una sola joya porque las empeñaste a la caridad el pasado septiembre, que dejas ahí con una bailarina de ballet de porcelana que danza girando sobre su propio eje de puntita al son de la música de Tchaikovsky. Es el recuerdo más sutil del sonido de tu voz.

Luego hay lapsos de lucidez, donde todo se pierde y regresas al mar, sirena,  regresas a la tierra de los sueños y los encantamientos donde juegas con los delfines y nadas lejos de los tiburones por la envidia que les puede dar que ya nadie los recuerda por ti, que iluminas todo el subsuelo haciendo que el mar se vea verde o azul, rojo o negro, depende de cómo te haya imaginado ese día y la parte del mundo en la que nades.

Así puedo seguir, alienado día tras día al flujo desenfrenado de mi imaginación. Creando mundos y sueños donde existimos solo los dos, donde nadamos, corremos o bailamos cuando te imagino con piernas, piernas que me pides para bailar, solo los dos. Pero cuando caigo en razón, lograr salir de ese autismo voluntario, del mundo donde intercambiamos nuestros corazones es un golpe que no podré soportar a diario, pues caer todos los días de la nube en la que me recostaste, acabará con mi vida.

Por ello, por medio del presente escrito y en mi carácter de loco, apasionado y enamorado, ocurro ante ti sirena mía para pedirte que regreses al mar. Sirena por favor vuelve al mar. Pues poco a poco los párpados que contienen a mis ojos van perdiendo las ganas de abrirse al no verte a mi lado. Sirena vuelve al mar o hazme escuchar la canción definitiva donde revele tu ubicación y así cerrar el pacto que vive en mi imaginación.

"Al fin regresó, la musa se convirtió en sirena.. Y yo que no encuentro mi equipo de buceo".


Azuré

4 comentarios:

  1. Suave, intenso, gracioso.
    Gracias por equilibrar mi día.

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    1. Gracias a ti por darte el tiempo de leer sobre mi día.

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  2. Vagando por la realidad,
    sufrir de alucinaciones.
    Te recuerda que la imaginación es tan real, o la realidad lo es tan poco, como uno quiere. Lo importante es querer.
    Gracias.

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  3. Soñando despierto solo por tener algo que valga la pena admirar. La realidad es un lugar bello, pero no quisiera vivir allí.

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