domingo, 26 de febrero de 2012

La noche más obscura del año.

No salió ninguna estrella, se mantuvieron escondidas evitando tener que observar a la distancia los conflictos generados por el odio y el amor. No ardían a millones de kilómetros para iluminar las noches de un lugar donde hubiera tanta infelicidad. Su sueño era ser estrellas que alimentaran la pasión y poder servir como velas a todo los enamorados, que son testimonio de la renuncia, para ello fueron creadas candelabros como cuerpos celestiales que en su luz irradian amor.

La perla mayor, aquella que es tan hermosa que pudiese ser digna de ser una alhaja de la Rosa Mística, conservada en su ostra intergaláctica se eclipsó para siempre, pues su blancura, es decir, concentración de luz era creada por el amor que brotaba de los corazones apasionados terrestres y cada vez que una llama descontrolada se apagaba, un cráter en ella más profundizaba, hasta que la luna para siempre nos dejo.

Se perseguía a los amantes y se ofrecía una recompensa por sus corazones, al mundo ya no le interesaba la poesía, la música y los cuentos de hadas. Se extrajeron los sentimientos y valores, la indiferencia reinó y por igual a jóvenes y adultos pervirtió. Nadie le tendía la mano a su hermano, todos competían en una carrera que al final no comprendían. ¿Quién dijo que había que poseer mucho para poder ser feliz? Alguien lo pensó, alguien lo creyó y comenzó la destrucción.

Esa misma noche, sintió como se exprimían los recuerdos de su corazón, gota tras gota hasta que no quedare un recuerdo que atormentara sus noches y alebrestara su pasión. A todas las personas que les confió con su amor, amistad, cariño, entrega y más, solo se preocuparon por traicionarlo y hacerlo llorar.

Sentado en lo más profundo de un rincón recordaba aquella noche en la que amargamente sufrió pensando en esa noche, en la que todo se originó, cuando salió de su casa y no vio ninguna estrella brillar o la alhaja de la Rosa Mística danzar en su órbita, supo que todo terminaría. Corrió al lugar donde la vio por primera vez y se sentó a pensar en como la había perdido y recordó el mejor talento de aquella mujer. Hacerlo sentir como si fuera un gran pedazo de mierda.

Sonrió con ironía al sentir escalofríos derivados de la amargura que le causaba esa mujer, "esta maldita sensación de creer que me es imposible ser feliz".


Azure 

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