¡Los poetas son unos descarados!,
abren portales alrededor del mundo con las palabras y con los afectos que
manifiestan, plasman el amor que sienten por la vida o por las personas o mejor
aún, por la persona, y con ello regalan un mundo entero, un mundo que crean
únicamente para la otra persona, pero como son sirvientes del amor, no les
queda más remedio que someterlo y hacerlo subordinado a cualquier amante que
necesite un refugio o que quiera llevar a su pareja a habitarlo por unos días,
unas semanas, meses, años, o quizá, solamente un mísero minuto lleno de
felicidad.
Como si el amor fuera una
locomotora que necesita de caricias, besos o palabras para seguir avanzando,
una maquinaria que a su paso permite escapar, aunque solo sea momentáneo, lamentablemente las realidades
paralelas se extinguen, porque no basta un te quiero o un beso, caeríamos en el
egoísmo, hay que hacer de los afectos periódicos, si no es para prolongar la
vida del lugar de escape, del lugar poco convencional, al menos que sea para
crear nuevos, que los escapes y las huidas no terminen nunca, como cuando me
das tu mano y con una caricia satisfaces las clemencias de mi alma.
O regresando a los egoísmos,
cuando me convierto en el mayor de todos, provocando tu sonrisa, en realidad,
te hago sonreír porque encuentro placer en tu sonrisa, ya sabes, es como una
luz, o simplemente es el vuelo de saberte feliz, de saberte sonriendo, eso que
hace que mis pies no se arrastren por el suelo, es decir, si sonríes, yo vuelo,
y cuando vuelo, volamos, quizá al final terminamos nadando en una taza de té y
alguien nos bebe, e incluso dentro del cuerpo de quien nos bebió, hacemos otro
espacio poco convencional, porque no se puede hablar de cotidianidades a tu
lado, sino de rarezas, revestidas de emociones que provocan el cambio de turno
entre el sol y la luna.
Y ves ahora lo que haces, te das
cuenta de la gran responsabilidad que recae en tus hombros, que cada vez que
sonríes, desatas en mi una gran necesidad de escribirte, escrituras que se
hacen públicas, pues abarcan universalidades, cualquiera puede encontrar placer
en las palabras, a sabiendas que eres dueña de las palabras que aquí se
plasman, espero sepas que las tendrás que compartir, ostentándote claro como
dueña, y es normal, si sabes que soy yesca, y haces la fricción necesaria para
tirar una chispa en mi, y sabes que con tu chispa me hago fuego.
Claro que también está la noche,
la noche llena de duermevelas cuando no sueño contigo, mi cuerpo lo rechaza
rotundamente y me despierto, y son las 2 y las 3, las 4 y las 5 y no te dignas
a visitarme y mi cerebro me mantiene en duermevelas interminables porque no
estás conmigo, quizá es porque aún no lo entiendo, es algo difícil de asimilar,
que ahora los sueños, quedan cortos alado de la realidad.
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