Y tantos golpes tuve que recibir, para darme cuenta de como partir
Todos arrastramos cadenas de hierro, indestructibles pensamos, pero
Es el miedo que nos da el sentir como a versos podemos dejar de vivir
Cadenas de la privación y de la dependencia de la soledad y decadencia.
Cobardía alta traición, destrozador de la gallardía y del puro corazón
Que ya no hay caballeros andantes, tan bríos tan tajantes ¡oh caballería!
Tradición perecedera que sin ti los hombres son faltos de agallas y pasión
Sin dragones ni batallas, sin lanzas ni espadas, ¡que poca imaginación!
Con el estandarte por delante y los miedos por detrás la luna por la noche y el sol lo demás
La lluvia, la bebida y el hambre una ilusión rescatar damiselas y princesas y otra ínsula al rincón
Encantamientos y hadas, nombramientos y palabras, arlequines y mucha diversión
Hacerte ido de un lugar y en la espera de nuevos sitios conquistar, a sabiendas que quizás no volverás.
El arco iris mi camino a seguir en busca de mas, pues, ya he ido trecientas veces a la tierra de oz
Bajo la variable de que una nueva estrella brillé junto con el mago, la bruja y el jardin de azucenas
Yo soy un poeta y les puedo mentir a diferencia de otro escribiente no vi nada con mis ojos
O tal vez sí, puede que lo haya soñado o hable de mi, es el misterio y con ustedes lo quiero compartir.
Mares pueden olas traer y sorpresas en la orilla dejar yo todas las he de suponer
O tan si quiera las podré a mi gusto colorear, hasta que nadie las pueda reconocer
Mil pétalos podrás ¡oh niña ilusa! arrancar permíteme decirte, nunca sabrás la verdad
No soy malo ni un timador, tampoco un villano delatador, pero con los sentimientos me gusta hacer variedad.
Del amor sobre todo, el amor es mi buen aliado pero fácilmente se va de acarreado
Busca en cualquier presunto agujero cavidad para instalarse, y vivir con comodidad
Pero lugar que deja el amor, lugar que adquire una maldición pues nadie lo quiere dejar
Cadenas malditas aparten su intimidad, que todos nos queremos abrir, queremos palpitar.
Miedo y cobardía abusan de ellos cuando el amor los deja acaban descontentos
Para haber sido contentos no pudieron amar, pues el contento no sabe amar
Cadenas malditas aparten la confusión, que ya no sabe uno cuando ama y cuando no
Cadenas sublimes, cadenas banales no busquen asiento que destrozan amantes.
Ya de esos pocos hay pues todos se dejaron dominar, por las cadenas ardientes
Que diseñó, el mismo satanás ¡ah los amantes! como olvidarnos de ellos, amantes
Los locos que creen poder cambiar el mundo en épocas invernales, ¡ah ilusos amantes!
Los héroes que le fantan al mundo, ¡ah cobardes amantes!.
Que ignoraron la responsabilidad que tienen con el mundo, ¡que se volvieron superficiales!
¡Ah miserables amantes!, que les gusto el calor de la cadena adherida a su piel
¡Ah repulsivos amantes!, que poco les importó el llanto de quien les amó
¡Ah cobardes amantes!, que perdieron las ganas y el valor, los sueños y el amor.
Azuré
Me gustó mucho. La verdad es que al verlo a primera vista, periféricamente, lo largo que es se me hizo muy agresivo para ser un poema. Después de leerlo, me di cuenta de que ninguna palabra sobra en este escrito. Además, habla con toda la verdad. El amor pierde, cuando uno no se atreve. Cuando uno es cobarde.
ResponderEliminarEstá muy bueno.
Bien ahí Sancho